martes, 15 de octubre de 2019

Texto 1: MARÍA MONTESSORI. IDEAS GENERALES SOBRE MI MÉTODO. EL AMBIENTE.






(1870-1952)

  • “Cuando la actividad es voluntaria (libertad) el niño se interesa por ella (motivación) y mantiene el orden (disciplina)”.
  • “El niño guiado por un maestro interior trabaja incesantemente con alegría para construir al hombre. Nosotros educadores, solo podemos ayudar.”
     Como os habréis dado cuenta, en este espacio hablaremos sobre María Montessori y el tipo de enseñanza que defendía. Para ello, vamos a hablar en primer lugar de quién era Montessori, ya que ha sido todo un ejemplo en educación y en el mundo de la pedagogía en concreto. Fue una educadora, científica, médica, psiquiatra, psicóloga, filósofa, feminista, entre otras cosas.
Desde un principio se preocupó en mayor medida por los niños que tenían problemas o dificultades mentales, donde la Montessori hizo varias investigaciones y consiguió que estos niños aprendieran a leer y escribir. Así, empezó a crear sus propios métodos que posteriormente aplicaría a todos los niños. Este se basaba en la creencia de que los niños aprenden por sí mismos siempre y cuando se les facilitara el ambiente apropiado para fomentar el desarrollo de ese aprendizaje. Más tarde, instauró La Casa de los Niños donde empezaría a aplicar su método. Este partió de la simple idea de observar a los niños que hacían sin que estos se dieran cuenta de que estaban siendo observados ni tuvieran ningún tipo de vigilancia adulta. Con esto, pretendía verificar su método y confirmar que los niños pueden ser sus propios maestros, que mientras se les deje libertad y a partir de materiales y recursos muy simples pueden hacer grandes cosas con ellos y crear un aprendizaje mucho más significativo que si dieran una clase magistral con profesores.

    Ahora como bien dice el texto y después de analizar el método Montessori, vemos que el niño ya es curioso por naturaleza, es decir, nace con ganas de experimentar, probar cosas nuevas, interesarse, caerse y levantarse, etc. lo que nos hace pensar que no hace faltar pautar tanto el aprendizaje de los niños, ya que por sí solos van a encontrar los aprendizajes que les toca descubrir a su edad. Esto no quiere decir que todos los niños vayan a aprender los mismos aprendizajes y al mismo tiempo, al contrario, cada niño aprenderá según su ritmo y sabrá cuando esta preparado para aprender que tipo de cosas según sus intereses y necesidades. En este caso el docente o profesional pensamos que más que guiar su aprendizaje hacia ciertos temas previstos en un currículum, lo que debe hacer es acompañar al niño en su proceso de búsqueda, dejarle experimentar y que él mismo marque los tiempos de su aprendizaje. En ningún caso se le debe prohibir al niño aprender algo o hacer algo, más bien se le debe mostrar las ventajas e inconvenientes de cada acción que realiza, justificándole siempre las respuestas y no tratándolo como a un niño que no entiende nada y solo debe escuchar una respuesta simple de "sí o no". Con esto no queremos decir que se debe dejar al niño hacer lo que quiere independientemente de si esta mal o no, sino que se le deje explorar y aprender lo que está bien y lo que no, lo que es adecuado para él, lo que le gusta o no, sin coaccionarle a que se dirija hacia un camino u otro y mucho menos no se debe imponer lo que debe aprender o porque debe sentir curiosidad, ya que eso directamente la mata.



Así, el niño de por si tiene entusiasmo, curiosidad y dejándole en libertad y meramente acompañándole se pueden conseguir grandes aprendizajes que quizá para su edad no estaban previstos. 
     Desde la idea anterior, pensamos que los entornos abiertos de aprendizaje favorecen más este tipo de metodología que concede a los niños y alumnos un papel más activo y experimentador, ya que estos potencian la manipulación de los diferentes materiales y objetos, se basan en problemas reales, favorecen la construcción de nuevos aprendizajes y diversos y dejan mayor libertad de desarrollo al niño puesto que son flexibles y se adaptan a los intereses del sujeto teniendo en cuenta su entorno, donde el adulto adquiere su papel meramente de apoyo en caso que el niño necesite ayuda. Además, dentro de estos espacios de aprendizaje se utilizan recursos muy diversos, que se complementan con otros nuevos, huyendo de los recursos estancos e inamovibles que tanto condicionan y pautan el proceso de enseñanza-aprendizaje de niños y profesores. Desde esta perspectiva, a modo de ejemplo, se puede destacar las escuelas que se encuentran ubicadas en entornos naturales como pueden ser bosques, donde los niños se encuentran al aire libre y curiosean lo que a ellos les nace y aprenden según sus necesidades e intereses, con el acompañamiento de algún profesor.




    Por ello, creemos conveniente que el papel del docente debe cambiar su dirección, pasando de ser considerado como el que tiene la verdad absoluta o visto como que sabe más que sus alumnos y ante todo predomina su verdad, a un profesor que escucha a sus alumnos, les hace cuestionarse lo que él mismo dice, lo que dicen otros autores e incluso lo que el propio alumno piensa, enseñándoles a argumentar siempre su opinión debidamente y potenciando un pensamiento crítico desde el respeto y libertad de opiniones y perspectivas. En ese proceso y además de guiar, el maestro debe ayudar al  alumno a utilizar correctamente los materiales y contribuir a que alcance los objetivos de aprendizaje.

    El maestro debe crear el ambiente y las condiciones para propiciar el aprendizaje en cada alumno, que como hemos dicho antes cada individuo aprende de una forma diferente, por ello con más razón no podemos quedarnos en aprendizajes estancos, ya que de esa forma habría muchos alumnos que se descolgarían y no llegarían a aprender realmente.
Para que los alumnos tengan realmente un aprendizaje significativo además de utilizar unos recursos y materiales adecuados, hace falta un espacio donde se sientan cómodos para la realización de las tareas. Lo que nos hace plantearnos que influye mucho el sitio donde se encuentran los sujetos de aprendizaje y que esto tiene una relación muy directa con el buen uso del material, porque si se encuentran cómodos se concentrarán más y utilizarán el material de una manera correcta. 

   De esta forma pensamos que se deberían ofrecer a los niños, aprovechando su curiosidad y ganas de aprender, materiales básicos y simples como puede ser una cartulina, cartón, plastilina, etc. que a simple vista parecen materiales muy sencillos para aprender, pero los niños seguramente al verlos puedan hacer cosas realmente maravillosas con ellos a partir de su imaginación y originalidad innata, quizás construyan nuevos recursos con los que a la vez aprendan mientras exploran su uso y piensan que hacer con ellos. Por ello, no debemos subestimar la creatividad y grandeza de los niños, puesto que tienen mucho que enseñarnos. Así, debemos dejar atrás aquellos materiales rígidos como pueden ser mesas  y sillas pegadas que no permiten el movimiento apenas del niño y dificultan el trabajo en equipo, que al mismo tiempo suponen mayor coste y un aprendizaje más pautado y sustituirlo por espacios con alfombras, suelos blandos o espacios abiertos donde los niños puedan curiosear los diversos materiales, donde tengan realmente libertad para aprender según sus necesidades y en compañía de su grupo de iguales. En este aspecto el maestro solo deberá estar a disposición del niño para cuando lo necesite sin interponerse en su búsqueda de aprendizajes, solo intentando que los niños se interesen por las diversas áreas de aprendizaje y potenciando las que más les interesan a los mismos.





    Otro aspecto que resaltamos en el texto es el buen uso de los materiales, pensamos que muchos de los materiales que se utilizan actualmente son materiales creados desde la mentalidad de un adulto, en pocos casos se les pregunta a los niños si realmente ese material les ayuda o les gusta para aprender, es decir, sería importante repensar el material que se utiliza en las aulas para aprender desde una perspectiva que implique la visión de los alumnos sobre cual sería un buen material a la hora de aprender.   
Podemos resaltar que los materiales Montessori se le presentan al niño en función del periodo sensible en el que se encuentre y se presente a los niños el material para que lo utilicen de forma adecuada para que obtengan los beneficios en su aprendizaje. 
Al fin y al cabo quien mejor sabe sus intereses y lo que necesita en cada momento es la propia persona, por ello debemos dejar que los niños y demás alumnos que están en proceso de aprendizaje sean verdaderamente los protagonistas de ello y ante todo respetar sus necesidades, preguntarles y escucharles en todo momento, solo así conseguiremos un aprendizaje significativo y eficaz.

    Otra idea que nos surge relacionado con lo anterior, es que se deben potenciar aquellas áreas que más le interesan al niño, por ejemplo, si un niño desde pequeño muestra que se le da bien y le gusta la música se debe estimular más esta área aprovechando su talento y dejando que lo desarrolle plenamente, sin dejar de estimular otras áreas, pero centrándose más en sacar el máximo potencial de cada niño y no solo centrándose en aquellas áreas que más le cuestan que es lo que suele pasar y castigándole en cierta forma por ello. 
Esto lo podemos relacionar con la explicación de Howard Gardner a finales de los años 80, cuando expresó que la inteligencia humana va más allá de medir la inteligencia académica, dado que incluye la capacidad de solucionar problemas o construir productos que son importantes y esenciales en una o varias culturas. Estas se localizan cada una en un área concreta de nuestro cerebro y tienen una función independiente respecto a las demás, puesto que tienen patrones evolutivos, capacidades y habilidades simbólicas distintas. Así, todos los seres humanos tenemos las 8 inteligencias que son la lógico-matemática, espacial, corporal-quinéstica, interpersonal, intrapersonal, lingüística, musical y naturalista. Sin embargo, no todas las personas las tenemos igualmente desarrolladas unas que otras, eso explicaría que haya niños y personas que se le den mejor unas áreas que otras y que busquen sus interesen en parte gracias a sus talentos más desarrollados.




    Además, otra idea que nos surge del texto es que los niños aprenden más trabajando con su grupo de iguales compartiendo experiencias, descubrimientos, intercambiando opiniones, que al final es lo que les ayuda a ser más tolerantes y respetar opiniones distintas y a saber trabajar en equipo, teniendo en cuenta a los demás, etc. que con el profesor, ya que entre ellos de una forma lúdica y divertida aprenden sin darse cuenta.

                                  


Referencias bibliográficas:

Martínez-Salanova, E. (2019). María Montessori. La pedagogía de la responsabilidad y la autoformación. Recuperado de https://www.educomunicacion.es/figuraspedagogia/0_montessori.htm

Pastor, M. (2018). 21 citas de María Montessori sobre educación. Recuperado de https://www.sonpersonitas.com/citas-de-maria-montessori/

Montessori, M. (2019). Ideas generales sobre mi método. El ambiente. Recuperado de https://aulavirtual.uv.es/mod/resource/view.php?id=48100

Ramos, L. (2019). Tema 3: Variables del alumno implicadas en los procesos de E/A: Inteligencia y aptitudes, personalidad, motivación y emociones, creatividad y procesos de pensamiento. Recuperado de https://aulavirtual.uv.es/pluginfile.php/842137/mod_resource/content/1/Tema_3_2019.pdf

Esteban, M. (2019). Los entornos de aprendizaje abiertos (EAA). Recuperado de https://www.um.es/ead/red/8/EAA.pdf



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